LAS ZONAS FRANCAS ARGENTINAS. LOS EJEMPLOS EN EL DERECHO COMPARADO
por Dr. Enrique Bernabe
En los artículos publicados con anterioridad señalábamos que el fenómeno de las zonas francas, con la salvedad de sus distintas connotaciones propias, era común a los países ultra desarrollados ( los Estados Unidos de América, Japón, los países del sudeste asiático ), como a otros en vías de desarrollo ( como pej: México y su régimen de maquila, Chile, etc. ), y así también a los subdesarrollados o en etapas incipientes de desarrollo ( República Dominicana, Colombia ). Tampoco se distinguía la aplicación de su régimen por la ideología de su forma de gobierno ( así poseen estas áreas los países del Mercado Común y también Cuba ).
Sentado ello resultaría esclarecedor buscar sólo algunos de los ejemplos que estos países nos ofrecen para compararlo con el devaluado régimen legal argentino, que no permite sino sólo algunas escasas actividades comerciales de casi nulo valor agregado.
Particularmente se ha señalado en estos últimos tiempos la simetría de las economías de Irlanda y de la de nuestro país. Bien vale, entonces detenernos en un caso de extraordinario empuje: la zona franca de Shanon. Establecida en un gran aeropuerto internacional obsoleto, en el año 1959, con grandes incentivos a las inversiones de todo origen, permitió transformar a la región oeste del país – de neto corte agrícolo -, en un territorio moderno y con un neto perfil industrial. Las múltiples actividades que en ella se desenvuelven, han agregado un importante valor a sus manufacturas, con un alto ingrediente de tecnología de punta. Uno de los sectores que más se ha destacado es el relativo a las comunicaciones y la informática, que resultan un paradigma de la calificación referida y que encuentra su epicentro en el parque tecnológico de Plassey, también controlado por la Shanon Development, la agencia estatal dependiente del Ministerio del Trabajo y Producción y de Turismo que controla el área.
Al impulso de Shanon creció de manera geométrica toda la economía regional, permitiendo el desarrollo de otras actividades paralelas de no menor importancia, como la educación y el turismo.
Otros ejemplos de singular valor para comprender la significación de esta herramienta del comercio exterior los encontramos en países del otro lado del orbe : Los regímenes introducidos en los países asiáticos. Tanto China, cuyas leyes dictadas a partir de l965 han sufrido diversas modificaciones hasta su actual configuración definida en el año l988, cuanto las de Hong Kong y Shenzen, han tenido como común denominador fomentar la inversión industrial y expandir las ventas de sus productos en el mercado mundial. Pero también han permitido inicialmente el armado y procesamiento parcial de modo de acercar la producción local a los parámetros internacionales. Demás está señalar que, en su seno también se realizan actividades de almacenamiento, transporte, carga, descarga, embalaje y reparación.
El resultado de tales experiencias es verificable con los saldos comerciales de los países que las han desarrollado.
En todos estos casos y salvando las distancias que nos separan, han facilitado la inserción en el mundo de las economías en desarrollo.
Para otra ocasión dejaremos los ejemplos de naciones que por su cercanía o su semejanza con la nuestra, nos acercarán aún más a la realidad palpable de las zonas francas y a su concreta posibilidad de incentivar el desarrollo del comercio exterior de la Argentina, notoriamente deprimido en la actualidad.
Dr. Enrique Bernabe
Octubre 2002
