Perseverancia para obtener éxito en la carrera de obstáculos cambiarios – Mgter. Ab. María Antonella Migliore

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“Entendí la norma a la perfección y sé la manera de hacer los pagos a mis proveedores sin problema” me dijo hace poco tiempo el directivo de una empresa, tras semanas de enorme preocupación por la inminente falta de stock en su depósito de materia prima.

Cuando se efectivizó el pago a su proveedor y semanas después llegó su carga a puerto, celebramos y me quedé pensando que, una vez más, la necesidad refuerza la inteligencia exitosa, despertando habilidades prácticas, creativas y sobre todo analíticas.

Es que, actualmente, los operadores de comercio exterior se enfrentan a un escenario complejo en todos los ángulos, pero en materia cambiaria hay un obstáculo adicional: la inusual proliferación y permanente modificación de normas (emitidas mediante intrincadas comunicaciones del Banco Central de la República Argentina), lo que se traduce en una variable clave en el acceso – o bloqueo- al mercado único de libre cambio.

Ante ello, una vez más nos toca pensar alternativas para afrontar una actividad de por sí dinámica, que en el caso concreto, se ha tornado de gran dificultad en la operatoria diaria y que no deja de ser necesaria para el desarrollo de la economía y el comercio local, sea por la importación de insumos o bienes finales.

Encontramos entonces tres maneras para no perder las últimas noticias y conocer en detalle las reglas de juego y sobre todo las excepciones que pueden ayudarnos a operar por vía alternativa cuando el grueso de los escenarios tienen sus luces apagadas. Seguidamente acciones simples y factibles para no quedarse al margen:

-Capacitación in Company: Esta alternativa consiste en la contratación de profesionales especializados en materia bancaria y cambiaria que puedan echar luz y esclarecer las normas. Bien podría ser una consulta con el oficial de cuenta del Banco con el que el Importador opera, o bien su despachante de aduana de confianza. Pero, en honor a la verdad, debe decirse que muchas veces ninguno sabe el pormenor de la normativa porque la redacción es muy enredada.

-Instancias de actualización normativa de Bancos privados o entidades oficiales: hacer uso de esta herramienta puede ser muy provechoso, tanto porque los organizadores suelen tener acceso real y casi inmediato a la información bajada por la entidad que legisla (BCRA), o bien porque los mismos asistentes plantean dudas que “son de todos”, o incluso, soluciones que han descubierto por su propia puesta en práctica.

-Demanda de colaboración a Cámaras empresariales, centros de despachantes de aduana o agencias de promoción de comercio internacional: finalmente, en casos muy específicos, donde se requiere de la intervención de asesores expertos muy demandados, la manera más eficiente (y económica) de acceder a los mismos es requerir a entidades que nuclean a gran cantidad de interesados, que los convoquen a fines de dilucidar dudas y consultas comunes.

Sea cual sea la estrategia utilizada, en tiempos como los que corren (más frecuentes de lo que quisiéramos en nuestro país), es y seguirá siendo elemental: asesorarse a tiempo, leer y releer la normativa, y sobre todo no perder la costumbre de ejercitar prueba y error con el sistema, que en más de una oportunidad nos sorprende positivamente con el cupo suficiente y la categoría de Simi necesaria.

De momento, son las vallas a superar en esta agobiante –pero no imposible- carrera.

Mgter. Ab. María Antonella Migliore

Julio 2.022