Inspecciones en un frigorífico exportador de carne aviar del norte bonaerense

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Las tareas de control del Senasa son fundamentales para que la carne destinada a consumo interno y la que se exporta, no represente riesgos para la salud.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) continúa con sus tareas de prevención, control e inspección higiénico-sanitarias a establecimientos frigoríficos elaboradores y transformadores de alimentos de productos de origen animal.

En esta oportunidad, el coordinador de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Centro Regional Buenos Aires Norte, Gabriel Pedretti, acompañado por los jefes de servicio y personal técnico de la planta, inspeccionaron los distintos sectores de un frigorífico productor de carne aviar, en la localidad bonaerense de Carmen de Areco. La actividad se realizó en el marco del programa de balance y seguimiento de cada una de las supervisiones que integran el Centro Regional.

Estas actividades de monitoreo y control se enmarcan en el Manual de Procedimientos de la Resolución Senasa Nº 505/98 y la Nº 462/14, donde se establecen las metodologías de inspección y las frecuencias de visitas a cada establecimiento, dependiendo del tipo de producción, de las características del lugar y de los destinos de exportación, entre tantas otras condiciones.

Es así que, entre las actividades realizadas, se controlaron los distintos aspectos que hacen a la higiene y sus buenas prácticas de producción, además de verificar el cumplimiento del programa de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), el cual es un sistema de inocuidad alimentaria basado en la identificación de todos los peligros potenciales, en los ingredientes y los distintos procesos de producción de los alimentos.

Al respecto, Gabriel Pedretti señaló que “el Senasa es el organismo responsable, encargado de ejercer los diferentes controles y monitoreos sanitarios en las líneas de elaboración de productos, subproductos y derivados de origen animal, con el fin primordial de asegurar la calidad e inocuidad del producto cárnico».

«Además de buscar que el animal vivo ingresado a la planta se transforme en un producto apto para el consumo humano; es así que estas inspecciones son parte de una metodología de trabajo indispensable e indelegable a la hora de planificar mejoras continuas y constantes en favor de la salud humana y el bienestar animal”, explicó Pedretti.

También se corroboró la documentación referida a los programas de autocontrol, el cumplimiento a las normativas sanitarias vigentes y demás procedimientos reglamentados por el Senasa.

Fuente: Gob Arg