Principales elementos contenidos en la Estrategia de la Comisión Europea ¨de la granja a la mesa¨ – Editorial

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La comisión europea presentó, el pasado 20 de mayo, la estrategia de la ¨granja a la mesa¨ para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiento, a los siguientes órganos comunitarios: Parlamento, Consejo,  Comité Económico y Social Europeo y  Comité de las Regiones.

La estrategia constituye un elemento esencial del pacto o green deal, cuyo objetivo es convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro para el año  2050. Asimismo, la comisión considera a la estrategia  como un componente fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas (v. “La Unión Europea y el Pacto Verde”, https://www.mercojuris.com/31131/la-union-europea-y-el-pacto-verde/, Mercojuris, 20/03/20).

 

Debe subrayarse que uno de sus objetivos sustanciales es lograr que el sistema alimentario de la UE sea una norma mundial para la sostenibilidad.

La estrategia mencionada  abarca un número extenso de áreas, elementos y propuestas en diversos ámbitos, tales como una cadena alimentaria que funcione para los consumidores, los productores, el clima y el medio ambiente;  eliminar el uso de fertilizantes;  luchar contra el fraude alimentario; disminuir la obesidad; reducir la pérdida de alimentos;  promover la agroecología; facilitar la elección de dietas saludables y sostenibles; entre otros.

La comisión destaca que la pandemia covid-19 puso de relieve la importancia de tener un sistema alimentario sólido y resiliente que funcione y sea capaz de garantizar a los ciudadanos el acceso a un suministro de alimentos eficiente y a precios asequibles.

A continuación, algunos de los puntos más relevantes de la propuesta, dado que  tendrán impacto en nuestra vinculación con la UE, en nuestro comercio bilateral y birregional, y en  el comercio internacional a nivel global.

Legislar con alcance global

El objetivo de la comisión es introducir cambios sustanciales en toda la cadena productiva agropecuaria y agroindustrial a nivel mundial. Para ello  pretende que el resto del mundo los acompañe, dado que la producción de mercaderías puede tener impactos ambientales y sociales negativos en los países donde se producen. Por lo tanto, la comisión entiende que los esfuerzos destinados a endurecer los requisitos de sostenibilidad en el sistema alimentario de la UE deberían ir acompañados de políticas que contribuyan a elevar el nivel en todo el mundo, con el objeto de evitar la externalización y la exportación de prácticas no sostenibles.

En el desarrollo de la estrategia la comisión expresa que presentará una propuesta legislativa sobre un marco para un sistema alimentario sostenible antes de fines del año 2023. A tal efecto, la comisión elaborará definiciones comunes,  principios y requisitos generales para los sistemas alimentarios y los alimentos sostenibles. Esto implica que este conjunto de elementos se convertirá en forma progresiva en la normativa aplicable para todos los productos alimentarios que los países extrazona deseen introducir en el mercado de la UE.

Ejercicio de  poder de policía a nivel global

Genera profunda preocupación este objetivo planteado por la comisión, dado que sería la UE  una instancia autorizada para  establecer reglas de comercio internacional y de esta manera colocarse a la par de  los organismos internacionales  competentes en la materia.

La comisión afirma que la UE puede desempeñar un papel clave en la definición de normas mundiales y propone vigilar la aplicación de la legislación vigente en materia de bienestar de los animales, el uso de plaguicidas y la protección al medio ambiente.

Es claro que a través de medidas y argumentos destinados a proteger la salud humana, animal y vegetal y el medio ambiente se traducen medidas proteccionistas  destinadas -seguramente- a sostener el sistema actual de sus productores.

Debe tenerse presente la fuerte injerencia de la UE en todos los organismos internacionales,  dadas, entre otras causas, las importantes contribuciones financieras que lleva a cabo, sea a título comunitario como a nivel de cada uno de sus países miembros.

Financiamiento

Destaca que la asistencia técnica y financiera de los instrumentos de la UE existentes, como los fondos de cohesión y el fondo europeo agrícola de desarrollo rural serán las herramientas destinadas a contribuir en el proceso de transición hacia mejores sistemas alimentarios con un impacto medioambiental neutro o positivos.

Uso de plaguicidas

La comisión sostiene que ¨el uso de plaguicidas químicos en la agricultura contribuye a la contaminación del suelo, el agua y el aire y a la pérdida de la biodiversidad y puede dañar los vegetales, los insectos, las aves, los mamíferos y los anfibios¨. Por tales razones la comisión tomará medidas adicionales para reducir el uso y el riesgo globales de los plaguicidas químicos en un 50% así como el uso de los plaguicidas más peligrosos en un 50% antes del 2030. Asimismo,   promoverá un mayor uso de métodos alternativos seguros para proteger las cosechas de plagas y enfermedades.

Con la finalidad de incentivar el uso de productos fitosanitarios más seguros, la UE, tras una evaluación de riesgos, estudiará la posibilidad de revisar las tolerancias en la importación de sustancias que cumplan los ¨criterios de exclusión¨ y que presenten un alto nivel de riesgo para la salud humana. Para ello colaborará con sus socios comerciales y en especial con los países en desarrollo, para acompañar la transición hacia un uso más sostenible de los plaguicidas a fin de promover productos y métodos fitosanitarios alternativos.

Es en este campo en el que es probable que la UE destine importantes fondos de cooperación hacia países en desarrollo, en particular en la región africana.

Ganadería

A fin de apoyar la transición hacia una ganadería más sustentable la comisión estudiará las normas de la unión para reducir la dependencia de materias primas esenciales para piensos (por ejemplo, la soja cultivada en tierras deforestadas) fomentando proteínas vegetales cultivadas en la UE, así como materias primas alternativas como insectos, materias primas marinas (por ejemplo, algas) y subproductos de la bioeconomía (residuos de pescados).

En el mismo sentido y con el propósito de mantener el control de las importaciones la comisión afirma que revisará la legislación en materia de bienestar animal, como la relativa al transporte y al sacrificio de animales, para adaptarla a las pruebas científicas más recientes.

Semillas

En el ámbito fitosanitario también la comisión está decidida a intervenir con medidas encaminadas al registro de variedades de semillas, incluso de la agricultura ecológica y a garantizar un acceso más fácil al mercado comunitario de las variedades tradicionales y adaptadas localmente.

Agroecología

Consistente con sus políticas favorables y dirigidas hacia la ecología la comisión presentará un plan de acción sobre agricultura ecológica, con el objetivo de que el 25% de las tierras agrícolas de la UE se destinen a la agricultura ecológica para el año 2030 y de lograr un aumento significativo de la acuicultura ecológica.

Los nuevos regímenes ecológicos ofrecerán una importante fuente de financiación para impulsar las prácticas sostenibles, como la agroecología y la agrosilvicultura.

Pescados y alimentos marinos

La UE propone agilizar la transición hacia la producción sostenible de pescado y otros alimentos marinos. El uso obligatorio reforzará las medidas destinadas a impedir la entrada en el mercado de la UE de productos de la pesca ilegal.

En materia de pesca expresa que combatirá la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, fomentará la gestión sostenible de los recursos pesqueros y de otros alimentos marinos. Se subraya el objetivo europeo de reforzar la gobernanza de los océanos, la cooperación marítima y la gestión de las costas.

Envasado y etiquetado

Otro ámbito en el que la comisión pondrá énfasis es en el envasado de alimentos por la injerencia que tienen en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios. En este sentido, revisará la legislación sobre materiales en contacto con alimentos para mejorar la inocuidad de los alimentos y la salud pública (en particular, reducirá el uso de sustancias químicas peligrosas), promoverá el uso de soluciones de envasado innovadoras y sostenibles que utilicen materiales respetuosos del medio ambiente, reutilizables y reciclables y que contribuyan a la reducción del desperdicio de alimentos.

Áreas adicionales

Otras áreas mencionadas en la estrategia en las que la comisión revisará los marcos legales son las indicaciones geográficas y las normas de comercialización para facilitar la aceptación y el suministro de productos de la agricultura, de la pesca y de la acuicultura, la reducción de pérdida y desperdicio de alimentos, el fraude alimentario.

Deforestación

Otro elemento novedoso es la mención de la propuesta legislativa que será presentada en el año 2021 para evitar o reducir al mínimo la introducción en el mercado de  la Unión Europea de productos relacionados con la deforestación o la degradación forestal.

Acciones a nivel internacional

Merecen especial atención las acciones que desde la Unión Europea seguramente se  promoverán en los foros internacionales.  Al respecto, también es razonable que buscará forjar alianzas sobre sistemas alimentarios sostenibles, lo que incluirá la cooperación con áfrica.

Corresponde mencionar que la UE pretende que los demás países contraigan compromisos ambiciosos en ámbitos clave como el bienestar de los animales, el uso de los plaguicidas y la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.

En materia de cooperación internacional centrará sus esfuerzos en áreas como la mitigación del cambio climático, la agroecología, las cadenas de valor justas e integradoras, el bienestar de los animales, las normas de inocuidad de los alimentos, entre otras.

Cabe destacar que Europa es una región que destina enormes recursos económicos a  la cooperación internacional, en particular en áfrica. Por tal motivo tiene una relevante capacidad de maniobra en esa región para incidir en las políticas en el sector de la agricultura  de los países destinatarios de la cooperación.

Conclusiones preliminares

La estrategia “de la granja a la mesa” elaborada por la Comisión Europea concentra la visión, las políticas comunitarias adoptadas y las posiciones sostenidas en los foros internacionales por la UE y  algunos de sus  países miembros a lo largo de los últimos años.

Se trata de una iniciativa que ha llevado un tiempo prolongado de maduración. Las propuestas de la comisión implican un proceso de análisis y aprobación que no es instantáneo. Por lo tanto, el estallido del covid-19 es solo un puntapié  y no la razón de su presentación. Estaba en la incubadora y la presente crisis justifica su elevación al Parlamento.

En el desarrollo de la estrategia se observa con absoluta claridad el afán por mantener e incrementar sus políticas de defensa  y de incentivos a una agricultura largamente protegida y subsidiada.

La protección de la salud humana, animal y vegetal  y del medio ambiente se encuadran dentro de las excepciones que permite la OMC y otros organismos internacionales. Es claro que amparada en estas excepciones la UE pretende erigirse en la instancia capaz de diseñar un sistema alimentario mundial, al que deberán someterse los países y regiones que deseen ingresar a su mercado.

Corresponde evaluar con rapidez el impacto sobre nuestro comercio de esta estrategia, que recién está planteada y que muestra solo una mínima fracción, la punta del iceberg,  que luego vendrá descubierto poco a poco con reglamentaciones,  propuestas legislativas y controles discriminatorios para que el comercio internacional y la producción agropecuaria mundial se acomode a estos parámetros.

Mercojuris

Junio 2020