Envases de agroquímicos – La importancia de ser responsables en su uso – Por Gabriel Otero
Los agroquímicos y los deshechos plásticos componen un riesgo importante para la salud y el medioambiente. Ante esta realidad, el Gobierno reglamentó la Ley 27.279 en febrero del 2018, la cual establece ciertos parámetros para el uso consiente de envases de fitosanitarios. Para cumplir con la norma, es indispensable que se implementen sistemas de trazabilidad.
El desarrollo de la actividad agrícola es imposible sin la utilización de fitosanitarios. En nuestro país, se destinan anualmente 17 millones de recipientes para tal fin, que equivalen a unas 13 mil toneladas de plástico, de esos 17 millones de envases el 60% corresponden a envases de 20 litros, sumando más de 10.000.000 en envases anuales.
Por eso, es fundamental el uso responsable de estos envases, en un marco donde los residuos plásticos constituyen una de las principales preocupaciones para el medioambiente. De hecho, un grupo de científicos alertó que hay tantos residuos plásticos en el mundo que podrían cubrir la totalidad del territorio argentino.
En el mundo, se producen más de 78 millones de toneladas de envases plásticos, en el marco de una industria que maneja casi 198 mil millones de dólares. Pero de ese total, solo una parte se recicla y la mayoría se desecha.
Si hablamos de los envases contenedores de fitosanitarios, podemos decir que muchos de estos bidones quedan desperdigados en el campo, otros se guardan en galpones, algunos se reutilizan en un mercado ilegal muy peligroso ya que son usados para el almacenamiento de agua que se consume en los hogares del interior o el reciclado en productos que tienen contacto con el ser humano como juguetes, platos, vasos, cubiertos descartables, y otros sin control, también existen otros que van al entierro o quema. Lo cierto es que una gran cantidad también termina en rellenos sanitarios no aptos.
En lugares cercanos a los campos donde se utilizan los agroquímicos existe una gran preocupación, dado que su incidencia es tanto ambiental como de salud. Asimismo, hay muchas causas abiertas por ocasionar enfermedades graves y malformaciones.
Con el fin de encontrar una respuesta a esta problemática, el 20 de febrero de 2018 fue reglamentada la Ley 27.279 de “Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios”.
La norma establece un “Sistema Único de Trazabilidad” para el monitoreo de dicha operatoria. Las compañías de agroquímicos, por tanto, deben determinar procedimientos específicos que aseguren la devolución de envases vacíos por parte de productores y aplicadores en los Centros de Almacenamiento Transitorios (CAT). Entre los procedimientos previstos, pueden incluirse “incentivos económicos” o “condicionar la venta de fitosanitarios a aquellos usuarios que no realizaran su devolución”.
Los CAT deben ubicarse “respetando las distancias que las autoridades jurisdiccionales establezcan respecto de áreas o puntos sensibles como establecimientos educativos, centros de salud y centros de recreación”. Y deben encontrarse alejados de los cursos de aguas superficiales y de los depósitos utilizados para el abastecimiento de agua potable.
Por Gabriel Otero
Gerente General del Grupo Logiseed América
(SIRENFI).