EL Coronavirus COVID -19 y el transporte marítimo – Por Maria Grazia Blanco

0
47

El mundo comercial marítimo está sometido a diferentes agentes infecciosos que pueden comprometer la navegación segura, pero ciertamente, no nos percatamos de esta realidad, hasta que un evento de salud como el Coronavirus: Covid-19, amenaza la vida de los tripulantes, los pasajeros, los operadores marítimos y además pone en riesgo los contratos de fletamento o los contratos de transporte de mercadería por mar, activando las cláusulas contractuales o coberturas de seguro, tomando en cuenta, que estos eventos o la materialización de ciertos riesgos pudieran implicar erogaciones o gastos superiores a los estimados.

Pero además del factor humano o contractual que se ve envuelto en todo esto. Existe otro aspecto, que es el comercial, si efectivamente, esto puede afectar el comercio internacional debido a la paralización o interrupción de las importaciones o exportacionesde productos, cancelación de pedidos, alteración de las demandas de servicios,en definitiva, se puede perturbar la compra venta internacional y por ende la economía de los Estados.

En realidad, no asumimos los riesgos emergentes relacionados con la salud y mucho menos, logramos entender que éstos, pueden verse incrementados debido al intercambio de personas, bienes y servicios que se causan por vía marítima, en esta aldea global que llamamos planeta tierra.

Pero ciertamente a lo largo de todos estos años hemos estado conectados de forma inexorables con eventos de esta índole, y para enumerar algunos sin consecuencia en el sector marítimo, tenemos el Virus Gripal A(H1N1), el Virus del Ébola (EVE) o elSíndrome Respiratorio Agudo y Grave denominadoSARS, por sus siglas en inglés, que inicio en el 2003 y el conocido Síndrome Respiratorio de Oriente Medio que tuvo su aparición en Jordania en el 2012.

Sin embargo, pudiéramos listar una serie de eventos de salud que han impactado el mundo marítimo y que han exigido un trabajo coordinado de la Autoridades Sanitarias a nivel mundial con la finalidad de ejecutar planes concretos para mitigar, prevenir o evitar las consecuencias negativas que se han rotulado en casos concretos como:La dispersión del Vibrio Cholerae, a consecuencia de aguas de lastre, o la dispersión de la invasión del Mosquito Aedes Albopitctus, evidenciado en nuevas áreas del comercio de mercancías por mar, y por último, para fortalecer nuestro argumento, el accidente nuclear de Fukushima (Japón) el cual tuvo serias repercusiones en las travesías marítimas.Visto esto, solo podemos decir, que las Autoridades competentes según el Reglamento Sanitario Internacional, están obligadas a planificar y prepararse de forma correcta para afrontar y responder con eficacia a estas contingencias de salud.En el caso del virus H1N1 y EBOLA las autoridades de salud pública demostraron que tenían la capacidad para ejecutar planes de respuesta en ambas emergencias.

Pero a medida que pasa el tiempo los desafíos aumentan en gran medida, hasta el punto que la atención urgente de estos eventos de salud no pareciera ser posible en el corto plazo o con la inmediatez que se requiere, por lo que sus efectos suelen quebrantar la salud de la población mundial.

El Coronavirus objeto de estudio es un 80 % similar al virus del SARS que causó 774 muertos y afectó a 8.098 personas en 2003, según información publicada por el Centro Nacional de Datos Genómicos de CHINA, sin embargo, hay que señalar con responsabilidad que el número de afectados y victimas del Coronavirus:Covid-19 son superiores, tomando en cuenta que para la fecha se reportan 88.108 personas contagiadas y2.990 fallecidos. Haciendo un poco de historia, de este virus se tuvo conocimiento, el 31 de diciembre de 2019 en la sede de la Organización Mundial de la Salud (OMS),por cuanto se recibió un aviso de varios casos de neumonía en China de etiología desconocida detectados en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei. Dias más tardes, se confirmó por las autoridades chinas que se había identificado una nueva cepa de coronavirus.

LaOMS, quien ejerce el liderazgo mundial o es la autoridad jurídica primaria en esta materia, comunicó que el patógeno se puede trasmitir de persona a persona a través de las gotitas de flugge (saliva y mucosidad) hasta un metro de distancia, sin embargo, es complejo hablar de este virus.Hay un sinfín de incertidumbres que rodean el nacimiento de esta nueva enfermedad con la que iniciamos este 2020.Su origen es incierto, aunque todo apunta al mercado de animales vivos de Wuhan.

Debemos resaltar, que el panorama no es tan oscuro, por cuanto se ha demostrado que las Autoridades en Salud Pública, han podidodetectar los brotes, logrando identificar el virus en tiempo récord y lo más importante, es que existe en la actualidad un método de diagnóstico o protocolo que permite aplicar algunos lineamientos o correctivos sanitarios con efectividad.

Esto nos lleva a puntualizar, que se ha cumplido con lo que establece el marco normativo del Reglamento Sanitario internacional, cuya norma prevé todo lo referente a la prevención, detección y contención de los riesgos de salud pública en su origen, evitando así, su propagación planetaria. Pero para la finalización de este artículo, esta epidemia sigue en pleno desarrollo por lo que seguiremos estudiando su evolución y consecuencias.

Ahora si centramos nuestra atención, en el mundo marítimo, notaremos que existen algunos factoresque debemos considerar y que tienen importancia en el desarrollo de estas epidemias: Las condiciones a bordo de los buques, la conexión con diferentes puertos, la manipulación de carga en diferentes condiciones;uniéndose a esto, las condiciones de salud o estados vacunales de la tripulación y pasajeros, que sin duda alguna tienen relevancia en la propagación de estas enfermedades o brotes que amenazan la vida de la navegación en nuestros tiempos.

En este sentido, hemos visto como las empresas navieras, compañías de seguros y operadores marítimos entre otros, han comenzado a trabajar en la revisión de los contratos marítimos, una vez que se ha declarado la existencia de un nuevo coronavirus en China y como consecuencia, se han decretado puerto de alto riesgo, que ponen en peligro la vida de los trabajadores de marina mercante y pasajeros, sin contar otros efectos colaterales que no analizaremos en esta oportunidad.Por lo que urge prepararse frente a las responsabilidades que se pudieran establecer a consecuencia de las demandas por enfermedadescontraídas a bordo de los buques o por losincumplimientos contractuales, resultantes de esta epidemia de carácter mundial. De allí, que se esté hablando de cláusulas contractuales de “Fuerza Mayor” o cláusulas redactadas de forma especial con motivo del Coronavirus Covic-19 en los contratos marítimos.

Igualmente, de la revisión por el Consejo Marítimo Internacional y del Báltico(BiMCO), de las cláusulas de los Contratos de fletamentos por viaje o time charter ante los nuevos escenarios.Y por supuesto, no podemos olvidar las obligaciones y/o responsabilidades laboralesque están implícitas en futuras controversias, asumiendo la importancia que tiene en los últimos tiempos, la salud de nuestra gente de mary por lo tanto, la obligación de protección de la salud de los tripulantes, que se establece, para los Armadores, el Estado Bandera, el Estado Rector del Puerto o el Estado signatario de los Convenios;aceptando la validez de la normativa incluida en el STCW (en su versión enmendada Manila 2010) y en el Convenio de Trabajo Marítimo (MLC 2006).

El mundo marítimo se ha visto vulnerable frente a estas complicaciones de salud queson exponencialmente más peligrosas para sectores donde hay intercambio de personas, bienes y servicios. Uniéndose a esto, la situación se ha tornado complicada, dada la importancia que tienen los mercados asiáticos a nivel mundial. Por este motivo,hemos registrado que la Organización Marítima ha establecido sus recomendaciones sobre el particular, admitiendo el velo de incertidumbre que impide predecir el futuro en el transporte marítimo.

Maria Grazia Blanco