INVERSIONES: SÓLO INCERTIDUMBRES

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INVERSIONES: SÓLO INCERTIDUMBRES


Dr. Oscar Palomba


El actual escenario de la economía mundial que están analizando financistas que en el mundo manejan cuantiosos fondos de terceros, hacen que muchos de ellos estén aconsejando a sus clientes inversiones en Fondos Comunes, cuyas carteras se encuentran compuestas por las más variadas alternativas de inversión. Esto es, van desde el oro hasta commodities, desde acciones de países emergentes a bonos de gobiernos que estén emitidos en monedas nacionales con expresa exclusión de dólares y euros, también en bonos emitidos en dólares y en euros. De todo un poco.

 

Y cuál es la razón? La total incertidumbre que existe cuando de lo que se trata es de predecir como se resolverán los impresionantes pasivos de muchas economías y los tremendos desbalances en las cuentas fiscales de muchos países, sobretodo de Estados Unidos.

 

El mundo occidental ha funcionado financieramente aceptando que el dólar razonablemente estaba en condiciones de ser considerado una moneda de reserva y permitir ser usado en los intercambios comerciales así como para el ahorro. Todo eso además respaldado por el poderío militar de Estados Unidos. Esta creencia, o sea la gran aceptación del dólar, ha facilitado el crecimiento, desarrollo de los Estados Unidos, el bienestar de su pueblo, y de los países que se beneficiaron vendiéndole al mayor comprador mundial que pagaba con su propia moneda.

 

 

Esta creencia generalizada y muy bien «marketinizada» nos hace encontrar hoy frente a un escenario en el cual en la principal economía del mundo se encuentran endeudados los particulares, las empresas y el estado en montos absolutamente imposibles de ser repagados, aún con tasas de interés bajísimas, sin un cambio brusco, casi brutal o inimaginable de las actuales condiciones (Argentina tiene experiencia en este tipo de situaciones, pero sería una gran simplificación traspolar la experiencia, aunque algunos aspectos deben ser tomados en cuenta…).

 

 

Esta percepción ha redundado en la valorización del euro frente al dólar y esto duró hasta que se percibió con claridad la magnitud de los problemas de las economías europeas con excepción de Alemania. Esto está haciendo retroceder al euro en beneficio del dólar, pero como el escenario en el fondo no cambió, muchos acudieron al oro como auténtica reserva de valor, otros a comprar mercaderías (commodities) o activos de los más diversos tipos, hasta inmobiliarios (a pesar de la crisis de este tipo de activos en USA y España). Lo que se está viendo es una huída del dólar y del euro como monedas confiables y una valorización de monedas de países superavitarios que dan nuevas garantías. Ahora bien, estos países, y van desde Brasil a China, lo que menos quieren es la valorización de sus monedas ya que terminarían encareciendo sus productos de exportación. Y esto, ¿cómo se arregla?.

 

 

Queda alguien, en estas alturas, que piense que el mercado lo puede resolver por sí sólo?  Sobretodo cuando hoy la iniciativa en el terreno económico la tiene China, el gran acreedor, que complica al pensamiento occidental su comprensión y predicción. Además  nadie quiere una brusca detención del proceso, porque como es ya conocido el ejemplo de la bicicleta: si se para se cae, en consecuencia hay que seguir andando (pedaleando).

 

 

Entre otras cosas, que generan cambios impredecibles, no puede dejar de considerarse los cambios tecnológicos y la globalización con su consecuente capacidad de generar cambios fundamentalmente basado en la velocidad de circulación mundial del dinero.

 

 

Aunque agreguemos las expresiones del Nobel de economía Paul Krugman en cuanto a «la sangre que va a correr» cuando en el próximo abril el Congreso de USA intente limitar la capacidad de endeudamiento de Obama, este relato es sumamente insuficiente en cuanto a la mención de las causas que deben ser tenidas en cuenta al momento de decidir una inversión dineraria. Tal vez, allí encontremos la explicación de porque la gente prefiere tener activos y los administradores de fondos recomiendan tener un poco de todo.

 

Las monedas han pasado a convertirse en un riesgo en sí mismo como vehículo de ahorro, esto obedece a que al no haber una tasa de interés real creíble (que pueda ser pagada), esta alternativa tienda a ser desconsiderada y se prefieran como coberturas activos que pueden estar sobrevaluados (en función de que?).

 

 

Hay dos temas difíciles de pensar: 1) que pueda haber un acuerdo global, que usando el tiempo como herramienta fundamental permita una readecuación de las distintas economías y 2) una economía sin ahorro en dinero, donde todo sea consumo.

 

 

En algún momento tendría que retornar el ahorro, pero ser pionero en este contexto puede llegar a ser muy peligroso, casi suicida…

 

 

Dr. Oscar Palomba

Noviembre 2010