Según la ONU, Uruguay está en quinta posición en América Latina por valor agregado industrial per cápita

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La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) destacó el posicionamiento de Uruguay dentro de las economías emergentes, informó Roberto Kreimerman al término del Consejo de Ministros. Teniendo en cuenta el tamaño del país y el valor agregado por persona, Uruguay está en la quinta posición en América Latina y es el que más ha crecido en valor agregado industrial en relación a la población.

El ministro de Industria, Energía y Minería (MIEM), Roberto Kreimerman, hizo un breve repaso de los resultados de las estadísticas industriales de 2014 que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.

El informe muestra las últimas tendencias de crecimiento del sector industrial en América Latina en particular y en ese marco trata el crecimiento del valor agregado manufacturero, que es la manera de medir cómo ha evolucionado la industria en cada uno de los países.

En ese contexto, el jerarca sostuvo que la primera constatación es que las economías industrializadas mantienen hoy, todavía, el mayor valor agregado manufacturero, con un 65 %, correspondiendo el otro 35 % al resto de las economías.

No obstante, la ONUDI distingue a las economías industriales emergentes y, en ese sentido, clasifica dentro de América Latina a Uruguay como una de ellas.

Esto es así, a juicio de Kreimerman, porque Uruguay se ha colocado desde el año 2003 al 2013 en segundo lugar en el crecimiento del valor agregado manufacturero, pasando de una base 100 a un valor actual 180.

Con ese valor de crecimiento anual, puntualizó, Uruguay ha conseguido entonces llegar desde su base industrial a un segundo puesto de crecimiento dentro de las economías latinoamericanas, detrás de Argentina.

El funcionario subrayó que las estadísticas industriales indican que el crecimiento de América Latina ha tenido una volatilidad importante en el crecimiento industrial y que Uruguay mantiene una posición relativa de estabilidad y un crecimiento ligeramente superior a la media.

“Esto es así porque a lo largo de los años la economía uruguaya, y en particular el desarrollo industrial, se mantuvo dentro de los valores que venían en los últimos años de un crecimiento promedio de más del 4 %”, agregó.

 

Kreimerman sostuvo que si se calcula, teniendo en cuenta el tamaño del país, el valor agregado per cápita en valores de dólares de 2005, Uruguay está en la quinta posición dentro de todos los países de América Latina y, además, es el que más ha crecido en el valor agregado industrial per cápita.

Refiriéndose a cómo han evolucionado los sectores de media y alta tecnología, que tienen importancia fundamental dentro de la estructura económica, mencionó que nuestro país tiene también un crecimiento que destaca dentro de América Latina, partiendo de un valor relativamente bajo pero que aumenta hasta llegar hoy al 14 % de la producción en sectores de media y alta tecnología.

“Esto es fundamental para el cambio de estructura económica que recién comienza desde este punto de vista y que demanda empleos cada vez más calificados”.

En definitiva, añadió, el crecimiento industrial de nuestro país ha estado basado fuertemente en sectores que ya tenía y que han crecido, pero también en nuevos sectores, por lo que se ha producido una diversificación de la base industrial.

“No ha sido parejo y se ha enlentecido últimamente, aunque se mantiene en valores positivos. No obstante, teniendo en cuenta que hay un cambio importante en el contexto internacional, el hecho de que la industrialización sea la base del cambio estructural fundamental que tienen los países para lograr un mejor desarrollo, tenemos que seguir recogiendo inversiones e implementando políticas de desarrollo”.

En este sentido, Kreimerman hizo alusión al trabajo de los 19 grupos que actúan dentro de los consejos sectoriales y que están elaborando planes concretos para el sector industrial.

El secretario de Estado destacó finalmente que se ha dado “un paso importante” en el contenido nacional de las inversiones, poniendo como ejemplo la confluencia de la política industrial con la energética.

“En una de las inauguraciones constatamos el avance que tiene la fabricación de torres de hormigón para los parques eólicos, que está elevando el contenido nacional de esos parques hasta llegar al orden del 40 %”, añadió el ministro.

Kreimerman entiende que este tipo de políticas, instrumentadas en conjunto con las cámaras empresariales y los trabajadores, da cuenta de que la inversión en Uruguay seguirá creciendo.

“Los instrumentos nuevos que hemos manejado, como el acuerdo con UTU para el centro de automatismo agroindustrial o el Centro de Extensionismo Industrial con la Cámara de Industrias, son elementos que equivalen a seguir cambiando la estructura económica del país desde una base que, entendemos, tiene que ser la diversificación, la tecnología y el valor agregado”, concluyó.