Mujica presente en la asunción del presidente de la Suprema Corte de Justicia
Larrieux agradeció la presencia del Presidente Mujica, que interpretó como un reconocimiento al Poder Judicial en su rol de defensa al Estado de derecho.
Al reflexionar sobre los asuntos afrontados por la corporación el pasado año, Larrieux resaltó «lo complejo” que fue, por “la judicialización de conflictos que no encuentran solución en otros ámbitos más adecuados” y por las críticas a las que se vio sometida la SCJ por decisiones tomadas “en pleno uso de sus facultades constitucionales y legales”.
Posteriormente se expresó Ruibal Pino, quien coincidió con su colega en que el 2013 “fue un ejercicio duro, con problemas que, por el trabajo de esta Corporación, ha sido superado”.
Informó que se mantuvieron los plazos para dictar sentencia —en algunos casos disminuyeron— y que continuó el proyecto edilicio del Poder Judicial. Estimó, además, que seguramente en marzo se inaugurará el edificio nuevo de los juzgados penales y confirmó que se crearon varios juzgados en el interior del país así como centros de mediación.
“La corporación seguirá haciendo el esfuerzo para continuar levantando el Poder Judicial sobre dos elementos que son fundamentales y por los cuales lucharemos hasta que podamos: la transparencia y la independencia del Poder Judicial”, dijo Ruibal Pino, en consonancia con Larrieux, a quien le deseó éxito y suerte en su tarea en este período 2014.
En relación con lo expuesto por Larrieux y Ruibal Pino, el prosecretario de la Presidencia, Homero Guerrero, dijo que para la Suprema Corte “todos los años son complicados”, pues no solo administra el Poder Judicial y designa a los magistrados sino que resuelve recursos de inconstitucionalidad, etcétera”.
Guerrero consideró, al ser consultado al término del Consejo de Ministros, que, desde la perspectiva del Poder Ejecutivo, el año 2013 no fue más complicado que otros. “Tal vez algunas leyes que se declararon inconstitucionales tuvieron más impacto en la opinión pública”, acotó.
Agregó que el Poder Ejecutivo, esté o no de acuerdo, ante todo respeta los fallos judiciales porque se trata de poderes independientes. “No hay que tomar con dramatismo las cosas, el diálogo con ellos es permanente”, enfatizó.
