Uruguay XXI prevé para este año aumento de exportaciones de carne bovina, lácteos, arroz y soja

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El sector agropecuario uruguayo exportó 7.014 millones de dólares en 2016, con la carne, la celulosa y la soja en los primeros lugares, según un informe del Instituto Uruguay XXI. Las proyecciones para este año indican un aumento de las ventas y del precio de la carne bovina, lácteos y arroz, mientras se estima un incremento en el valor de la celulosa y de volumen en el caso de la soja y subproductos cárnicos.

El estudio sobre negocios agropecuarios elaborado por el Instituto Uruguay XXI dictamina que este año habrá un desempeño positivo en gran parte de los productos del sector, en función de factores climáticos y de precios.

“El sector agroindustrial muestra solidez en cuanto a capacidad productiva, que le permite superar condiciones adversas a nivel internacional”, se sostiene en el documento.

“Además presenta un gran potencial para seguir creciendo, lo cual le permite continuar consolidándose como un proveedor de alimentos de calidad para los mercados más exigentes del mundo”, afirma.

El año pasado, la carne bovina obtuvo ingresos por 1.473 millones de dólares, la celulosa por 1.280, la soja por 1.107, los productos lácteos por 769 millones, el arroz por 457, los subproductos cárnicos por 228 y el trigo por 57 millones de dólares, siendo este último grano el único que tiene proyecciones negativas para 2017.

Diferenciales del país para captar inversiones extranjeras
El total exportado por otros sectores insertos en la cadena exportadora significaron 1.871 millones de dólares, desglosa la publicación.

Como medidas significativas del porqué invertir en nuestro país, el informe puntualiza que Uruguay creció a una tasa promedio anual de 4,4 % entre 2006 y 2016, siendo así un
A de las economías de mejor desempeño en América Latina.

Agrega que la inversión extranjera directa (IED) ha alcanzado niveles récord, lo cual permitió que Uruguay se posicione entre los primeros receptores de este tipo de capitales en América del Sur, con 5,3 % del producto interno bruto en la última década.

La demanda mundial por bienes agropecuarios se mantendrá firme en las próximas décadas, sustentado fundamentalmente por el mayor consumo de proteínas, grasas y azúcares en los países en desarrollo, explican los técnicos en el informe.

Cuenta con ventajas comparativas en la producción de alimentos a nivel internacional, donde el sector agroindustrial tuvo una participación de 78 % del total de bienes exportados por Uruguay en 2016.

También dispone de 16,4 millones de hectáreas aptas para uso agropecuario, cerca de 93 % de la superficie del país. Además, la tierra se ha valorizado sustancialmente, multiplicándose por 8,5 entre 2002 y 2016.

El número de personas ocupadas en el sector agroindustrial rondó los 228.000 en 2016, lo cual representa 15 % del total de trabajadores ocupado en el país ese año.

El país tiene un reconocido prestigio internacional en el proceso productivo y la calidad de varios productos agropecuarios. En particular, la ganadería bovina cuenta con un sistema de trazabilidad que permitiría conocer toda la información del producto desde el nacimiento del animal hasta que llega al consumidor final. Además de poseer un gran potencial para aumentar la producción de bienes agroindustriales.

Con 3,3 millones de habitantes, Uruguay producen alimentos para 28 millones de personas y se prevé llegar hasta 50 millones en los próximos años.

En Uruguay no existen limitaciones ni restricciones a las exportaciones de bienes agroindustriales y mantiene una estricta política de desarrollo agrícola sustentable, que incluye,
entre otros, planes de uso y manejo responsable de suelos, y planes para la producción lechera sostenible.

El sector agroindustrial es uno de los más innovadores. En la producción de alimentos y cueros se realizó 25 % de las inversiones totales en innovación y se empleó casi a 30 % de los profesionales en actividades de innovación.

Además maneja el régimen de promoción de inversiones, las exoneraciones del impuesto al valor agregado para ciertos productos agropecuarios y la regulación de suelos y agua como otros factores diferenciales del país para captar inversiones extranjeras.

Fuente: Gobierno de Uruguay