OCDE: Tecnología e innovación – Configurando el futuro de América Latina

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Palabras de clausura de Ángel Gurría,

Secretario General de la OCDE

21 de enero de 2016

Davos, Suiza

(As prepared for delivery)

 

 

Sres. presidentes, ministros, señoras y señores:

 

Agradezco esta oportunidad de pronunciar las palabras de clausura de este importante evento. Como han destacado nuestros distinguidos oradores, la tecnología y la innovación son críticas para el futuro del continente.

 

Pueden ayudarnos a avanzar en la senda hacia el desarrollo sostenible.

 

Son la clave para lograr un crecimiento más sólido, justo y verde.

 

Por esta razón, la OCDE ha situado el ‘refuerzo de los marcos de innovación’ como uno de los pilares fundamentales del informe publicado a principios de esta semana, denominado «Fomentando un crecimiento inclusivo de la productividad en América Latina«.

 

Una sola cifra permite dar una idea del reto que enfrentamos: la tasa de patentes per capita en los países de la OCDE es aproximadamente 150 veces mayor que en Latinoamérica. Al mismo tiempo, América Latina continúa siendo el continente con mayores desigualdades del planeta. Esto demuestra por qué, en América Latina, es tan importante el llamado ‘vínculo entre productividad e igualdad’.

 

Sólo es posible el progreso si los responsables políticos establecen un entorno propicio acertado. Mencionaré cinco ámbitos en las que la actuación es especialmente oportuna:

 

El primer ámbito de actuación se refiere a los recursos financieros. Por ejemplo, Brasil es el único país latinoamericano que destina más de un 1% del PIB a investigación y desarrollo (I+D). Uno de los problemas más acuciantes consiste en que muchas empresas de esa región no están correctamente integradas en sus respectivos sistemas nacionales de innovación, en parte porque carecen de capacidad y tienen dificultades para acceder a financiación para I+D e innovación.

 

Muchos países han reconocido este problema y han empezado a adoptar medidas para abordarlo. Por ejemplo, en Colombia las empresas tienen acceso a un conjunto de sistemas de financiación para proyectos de innovación, en particular créditos preferentes cuyos tipos de interés son inferiores a los de mercado, incentivos fiscales para inversiones en I+D y otras formas de ayudas públicas, como subvenciones no reembolsables. En general, es preferible una gama bien equilibrada de medidas de apoyo directo e indirecto con objeto de que las empresas jóvenes e innovadoras no se encuentren en desventaja.

 

El segundo ámbito son los recursos humanos. Los países latinoamericanos necesitan garantizar que todos, incluidos los niños y jóvenes de hogares de bajos ingresos, adquieran las competencias necesarias para competir en la economía del conocimiento, a través del sistema educativo y el aprendizaje permanente. También en este tema, los países están avanzando en la buena dirección. En Brasil, por ejemplo, el programa Bolsa Escola, que prevé transferencias monetarias condicionadas a la asistencia de los niños a la escuela, tiene por objeto reducir las desigualdades regionales en escolarización y desempeño escolar.

 

El tercer ámbito de actuación, que requiere la adopción urgente de medidas, es la regulación. Las cargas administrativas que recaen sobre las empresas más pequeñas son uno de los principales motivos de la diferencia de productividad entre las pymes y las grandes empresas: las pymes representan el 70% del empleo de América Latina, pero sólo suponen un 30% del PIB. Las pymes jóvenes, en especial, constituyen una fuente importante de innovaciones radicales, por lo que los responsables políticos deberían fomentar su crecimiento con miras a que los beneficios de tales innovaciones se propaguen más ampliamente a través de la difusión del conocimiento. Entre las políticas que pueden contribuir a que las pymes alcancen un tamaño suficientemente grande cabe mencionar la reducción de las barreras administrativas que obstaculizan la entrada y el crecimiento, así como la disminución de las barreras de salida, como por ejemplo mediante una legislación concursal que no penalice excesivamente la quiebra.

 

El cuarto ámbito de actuación que desearía mencionar es la gobernanza. El fomento de la innovación exige coordinación entre las distintas partes interesadas en los ámbitos suprarregional, nacional y subnacional, así como entre los diferentes ministerios y organismos. Es preciso, además, mantener consultas con el sector privado a fin de facilitar la ejecución de las actuaciones. Muchos países latinoamericanos, como Colombia, Costa Rica y más recientemente Chile, han empezado a crear consejos de competitividad o innovación, en los que las distintas partes interesadas establecen una agenda compartida.

 

El último ámbito de actuación está relacionado con Internet y las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), que merecen una atención especial en el debate acerca de la innovación. La ampliación del acceso a las redes de banda ancha, por ejemplo, constituye un elemento esencial a fin de crear un entorno propicio para el florecimiento de la innovación. La banda ancha proporciona a las pequeñas empresas una plataforma para participar en el comercio electrónico, que puede ser una modalidad de bajo costo de ejercer el comercio y beneficiarse así de la difusión del conocimiento. Aunque en algunos países como el Reino Unido o Japón ahora casi todos los adultos utilizan Internet, en países como México o Brasil la cuota de usuarios de Internet no llega a un cincuenta por ciento. La inversión en infraestructuras es decisiva en estos países con objeto poner remedio a las bajas tasas de penetración en banda ancha fija y móvil, que aún se sitúan en la mitad del promedio de la OCDE.

 

Junto con el BID, la OCDE está elaborando un “Kit de Herramientas para Políticas de Banda Ancha para Latinoamérica y el Caribe” que ayudará a los países a evaluar la configuración de sus propias políticas y a desarrollar reformas con el fin de impulsar el potencial de innovación de la región. La próxima Reunión Ministerial de la OCDE sobre Economía Digital, que se celebrará en Cancún los días 22 y 23 de junio de 2016, ofrece asimismo una oportunidad importante de que la agenda digital sea tratada a alto nivel.

 

Señoras y señores,

 

La tecnología y la innovación son cruciales para resolver el doble desafío que enfrenta América Latina – una baja productividad y un alto nivel de desigualdad.

 

La OCDE trabaja intensamente para abordar estos dos desafíos y Chile, que ejercerá la Presidencia de nuestra próxima Reunión Ministerial, ha elegido, como tema central de la reunión, el ‘vínculo entre productividad e igualdad’; además en esta ocasión también podremos asistir al lanzamiento de nuestro Programa Regional para América Latina. Esperamos con interés profundizar en nuestra labor en la región con miras a lograr unas mejores políticas para una vida mejor en América Latina.

 

Muchas gracias.