Uruguay: Nueva planta de ANCAP reducirá un 99.5 % el azufre del gasoil y un 85 % de las naftas

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Los presidentes José Mujica y Cristina Fernández, de Uruguay y Argentina, respectivamente, participaron de la inauguración de la planta desulfurizadora de ANCAP, en la refinería de La Teja, ubicada en el barrio homónimo de Montevideo y que adquirirá el nombre Eduardo Acevedo. Es considerada la principal obra medioambiental en la historia del país debido a que reducirá un 99.5 % el azufre del gasoil y un 85 % de las naftas.

Con la asistencia del Presidente de Uruguay, José Mujica, y de Argentina, Cristina Fernández, entre otras altas autoridades de Gobierno de ambos países se inauguró este martes 27 la planta desulfurizadora en la refinería de La Teja.

 

La información aportada por la petrolera estatal señala se trata de la mayor obra medioambiental en la historia del país. El emprendimiento demandó una inversión de 360 millones de dólares y el trabajo de 1.000 personas en la obra.

 

La nueva planta permitirá el desarrollo de una nueva generación de combustibles limpios, reduciendo en un 99.5 % el azufre del gasoil y un 85 % de las naftas. Esto —expresa la gacetilla de prensa— además de brindar un mejor desempeño y durabilidad a los vehículos, reduce sensiblemente el impacto ambiental, mejorando la calidad del aire del país y, por lo tanto, la calidad de vida de todos los uruguayos.

 

El azufre obtenido se recuperará y tendrá un destino para la industria de los fertilizantes.

 

Por otra parte, la planta de La Teja pasa a llamarse Eduardo Acevedo, en honor al primer presidente que tuvo el Directorio de ANCAP. Inaugurada en 1937, hoy se refinan 40 mil barriles de petróleo por día, es decir, el equivalente a seis millones de litros diarios.

 

Dentro de la refinería funciona una moderna fábrica donde se elabora toda la línea de lubricantes automotores, industriales, marinos y grasas que comercializa ANCAP o como insumo directo para diversas industrias. Esta tiene una capacidad de producción de 3.600 litros/hora.

 

ANCAP equipara a la planta desulfurizadora con la mejor obra pública realizada en el país, como lo fue la construcción del Teatro Solís (1856), el Estadio Centenario (1930) y la Represa de Salto Grande (1979).